Siervo de Dios Darwin Ramos
Fue un joven filipino que murió en el 2012 a causa de una grave enfermedad degenerativa a los 17 años. Ha sido declarado Siervo de Dios por el Papa Francisco.
Actualmente la diócesis de Cubao inició su proceso de beatificación y canonización.
El obispo local Mons. Honesto Ongtioco declaró que “Darwin es un ejemplo de santidad. Siendo un niño de la calle, afectado por la miopatía, estuvo estrechamente unido a Cristo en su sufrimiento y en su alegría”.
Darwin Ramos nació el 17 de diciembre de 1994 en Pasay City. Transcurrió sus primeros años en un humilde barrio de Villanueva Street. Para ayudar a su familia Darwin trabajaba recogiendo residuos en la calle, junto con su hermana menor. Pero pronto comenzaron a manifestarse en él los primeros síntomas de un cuadro que luego será diagnosticado como distrofia muscular de Duchenne.
Todas las mañanas su padre lo dejaba en la estación de la Libertad para pedir limosna a los transeúntes. Los músculos de Darwin se debilitaban por la enfermedad y pronto ya no pudo siquiera mantenerse de pie. El padre de Darwin aprovechaba la enfermedad de su hijo para que las personas sintieran lástima y le den limosna, luego utilizaba gran parte de ese dinero para comprar alcohol, pero Darwin guardaba un poco para comprar comida a sus hermanos.
En julio de 2006, un grupo de educadores de la Fundación ANAK-TNK (Tulay ng Kabataan), dirigida por un sacerdote francés, luego de encontrarse con Darwin varios días seguidos, logró llevarlo hasta Quezón City. El niño ingresó a uno de los centros gestionados por la organización, fundada en 1998 para ayudar a los niños más necesitados de Manila.
Tras descubrir la fe católica, a pedido suyo, Darwin recibió el bautismo el 23 de diciembre de 2006; la comunión y la confirmación, el 22 de diciembre del año siguiente. Con el correr de los años, sus condiciones físicas se agravaron progresivamente.
En medio del sufrimiento, entabló una profunda relación personal con Cristo, a quien ofreció todos sus dolores. Darwin no se quejó: cuando hablaba de su enfermedad no se refería a ella como a una miopatía, sino que la llama su “misión”.
No pasaba ningún solo día en el que no se tomara tiempo para rezar. Siempre estaba atento a todos y mostraba su apoyo a los demás niños cuando tenían problemas. Siempre sonreía, incluso en los momentos más difíciles. Un cuidador de la Fundación dijo: “Un día, cuando Darwin tenía fiebre, insistió que le ayudaran a levantarse de la cama para unirse a los demás en el centro para poder dirigir la oración de la tarde. Fue Jesús antes que cualquier otra cosa”
El 16 de septiembre de 2012 comenzó su “semana de Pasión”.
Sus condiciones se agravaron repentinamente: sentía dolor al respirar, y fue trasladado al hospital. En esos momentos de gran sufrimiento, continúo teniendo una actitud cordial, dando gracias a todos por los servicios con que le asistieron.
Al día siguiente lo intubaron y ya no podía hablar, pero de todos modos se podían leer sus labios y tenía un cuaderno en donde escribía lo que quería decir. El 20 de septiembre, Darwin vivió una batalla espiritual: “Estoy combatiendo contra el diablo” declaró. Recibió la Unción de los Enfermos.
Al día siguiente Darwin parecía estar tranquilo y sonriente. Agradeció a todos por haberse ocupado de él. Manifestó toda su alegría, con la esperanza de reunirse pronto con el Señor, y escribió “Inmensas Gracias” “Estoy muy feliz”. Esos fueron sus últimos escritos.
En las 24 horas posteriores Darwin permaneció en un largo silencio. Murió en el Philippine Children´s Medical Center (PCMC) de Quezón City el domingo 23 de septiembre de 2012.
La misa fúnebre se celebró en la iglesia repleta de niños de la Fundación vestidos de blanco. Darwin fue enterrado en el cementerio de la ciudad de Pasay, donde muchas personas todavía van a llorar y pedir su intercesión.
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